domingo, 26 de mayo de 2013

Némesis

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¿Y si Batman fuera el Joker? Simple y contundente. Así fue como Millar hizo pública, no sin cierta hostilidad por parte de DC —legítimo hogar de nuestro colega Batman—, la premisa de la que partiría su nueva obra: Némesis.



Tokio, Japón. Un madero maniatado y un edificio hasta los topes de explosivos; comienza la cuenta atrás. Nuestro protagonista no va a salvar la situación, qué va. Y es que nuestro hombre, un sádico ricachón uniformado de blanco -ese color que tan bien disimulan la sangre, sí-, es el autor de la fechoría. Realmente, de esta y muchas más, ya que lleva los últimos años consagrando su vida al crimen. Una curiosa forma de matar el aburrimiento la suya, sin duda.

Washington D. C., Estados Unidos. Tenemos ante nosotros a Blake Morrow: insigne jefe de policía, héroe, cabeza de familia y, bueno, el antagonista de esta historia; ahora convertido en el nuevo objetivo del súpervillano que hasta el momento había puesto en jaque al cuerpo policial asiático.
Sin embargo, esta vez hay algo diferente. No se trata de un ataque gratuito, sino de una vendetta. O eso parece...



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Bien, bien. Voy a ser totalmente sincera: a mí Némesis me produce sentimientos encontrados. Y es que el cómic se queda corto: personajes y trama bastante planos, amén de un final que me pareció harto desacertado. Pero, eh, no todo es malo. El asunto tiene dos puntos fuertes: la ilustración y el tempo.
Que el amigo Millar no ahondase en ciertos aspectos tiene su parte positiva: le proporciona a la historia un ritmo brutal, trepidante. Por su parte, McNiven es capaz de seguirle el compás al escocés, ilustrando momentos imposibles perfectamente coreografiados que parecen sacados de La Jungla 4.0 pero que, a pesar de todo, molan.

Sí, sí, este tío escribe guiones de cómic. 

Vamos, un cómic perfecto para una de esas tediosas tardes de domingo que están a punto de lanzarte al suicidio. Pero huíd de él si buscáis una radiografía profunda y elaborada de la psique humana porque, demonios, sólo encontraréis a un tío de blanco insultando como un campeón desde su jodido Audi.


3 comentarios:

  1. Este es un claro ejemplo de comic Big Mac. No paguéis por él si podéis evitarlo.

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  2. Joder, no podría haberlo expresado mejor.

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  3. A mí me parece que a Millar se le fue la pinza hace algunos años si es que alguna vez la tuvo. De hecho se le fue entre los parones del primer Kick-Ass.
    Némesis para mí solo representa el declive de un tipo que antes molaba sin más y punto. Leerme el primer número del tirón fue todo un suplicio y el segundo tuve que dejarlo a la mitad porque no quería sufrir más.

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